Estaba trabajando en un informe sobre la respuesta de la Iglesia a la violencia armada mientras veía la rueda de prensa sobre el tiroteo en el centro comercial Greenwood Park de Indianápolis.
Es como si estuviéramos atrapados en un lamento persistente. Una pesadilla en la que los inocentes mueren bajo una lluvia de balas. El trauma y la tragedia se transmiten de una comunidad a otra. ¿Cuándo acabará?
Nuestras oraciones están con la comunidad de Greenwood. Nuestras oraciones están con ustedes, madres, padres, hermanos y vecinos que lloran cerca y lejos.
Recemos, pues es lo único -y lo mejor- que podemos hacer en un momento como éste.
Oh Dios de la Vida y del Amor,
Llévanos a un lugar mejor donde esta violencia cotidiana ya no sea nuestra realidad. Concédenos el valor y la fortaleza para hacer cambios que pongan fin a este dolor. Ayúdanos, Señor, a ayudarnos unos a otros. Amén.
Obispo Julius C. Trimble
Obispo Residente
Conferencia de Indiana de la Iglesia Metodista Unida